El bambú es una planta muy linda para tener sobre algún mueble de la casa y tiene fama de traer buena onda y energía, sin embargo necesita una atención especial para estar linda. Cómo cuidar mi planta de bambú.

La cantidad de agua, la luz que le tiene que dar, la poda necesaria… las plantas de bambú son delicadas y necesitan algunos elementos especiales para crecer sanas y que perduren con el tiempo.

Al mismo tiempo, se reproduce y crece rápidamente. Aquí, algunos consejos para que esté siempre lindo y con ese color verde intenso que lo caracteriza.

Hay distintas variedades a la hora de pensar en una planta de bambú. Hay un tipo que se adapta más al tiempo frío (Phyllostachys); uno que tiene un tono amarillento o dorado (Phyllostachys Aurea); uno de hojas bien grande llamado Sasa Palmata y el Fargesia, ideal para plantar en macetas porque tiene raíces cortas.

Si bien es cierto que se usa en el Feng Shui por atraer buenas energías para el hogar, también se habla de algunos beneficios en su consumo para la salud. Tiene un buen aporte de fibra que regula el tránsito intestinal y alto contenido de potasio que ayuda al funcionamiento del sistema nervioso y a regular la presión arterial.

También, se usa en infusiones como un anti-inflamatorio y analgésico en la antigua y cada vez más usada medicina china.

Tanto se lo tenga en un jardín o en una maceta, es bueno tener en cuenta estos consejos. Por un lado, regarlo dos veces por semana en invierno y más de tres veces por semana en días calurosos. Es muy importante tener un equilibrio en esto: el bambú necesita bastante agua, pero no hay que ahogar las raíces.

Otro de los cuidados que recomiendan expertos en jardinería es la luz solar. Lo ideal es que la planta esté en un lugar que reciba luz y sombra, evitando que las hojas se marchiten o se pongan amarillas.

A la hora de la poda, es bueno que los bambús se renueven cada año, realizando algunos cortes en primavera que es el momento en que salen nuevos brotes.

Se recomienda también, si se tiene en un jardín, armar algunas barreras anti – rizomas para que no se extienda mucho sobre las otras plantas. Por último, es bueno cada dos meses, alimentarlo con un fertilizante suave.

Puede suceder que las hojas o el tallo se vuelvan amarillas o que los bordes se pongan de color marrón, si pasa algo así hay formas de solucionarlo.

Las hojas amarillas se pueden quitar antes de que se extienda al resto de la planta. Hay que tener presente que esto puede pasar porque le está dando mucha luz a la planta y necesitaría un cambio de lugar. O porque el agua de la canilla le está haciendo daño y sería mejor cambiarla por agua destilada.

Si las hojas comienzan a tener unos bordecitos marrones, puede ser que necesiten un poco más de humedad. Es bueno usar un pulverizador directo sobre las hojas.

Otra cosa que puede pasar con una planta de bambú es que alguno de sus tallos se vea amarillo o incluso marrón quizás por un exceso de fertilizante. Hay que sacarlo de la maceta, dejar que se recupere y recién luego volver a trasplantarlo.