Pocas cosas en el hogar son tan moletas como la humedad. Más si se da en el colchón de la cama en la que hay que dormir todos los días. Sin embargo, se trata de algo muy común que hay que tratar de evitar tomando ciertos recaudos.
Generalmente, la transpiración durante la noche eleva la humedad y crea las condiciones para la formación de moho, entre otras cosas. De esta manera, termina siendo inevitable que aparezcan manchas en los colchones que, además, terminarán generando olor.
Más allá de la comodidad, ya que durante el descanso las vías respiratorias permanecen en contacto directo con las almohadas y colchones, hay que tomar precauciones para que los colchones no acumulen la humedad.
Estos son algunos consejos para prevenir que los colchones se humedezcan, generen moho y malos olores. A su vez, algunas alternativas para arreglarlos en caso de no haberlo evitado a tiempo.
Para prevenir la aparición de moho, es fundamental mantener los niveles de humedad por debajo del 60%, ya que este tiende a prosperar en ambientes húmedos. Para eso hay que realizar controles de humedad y asegurar la ventilación adecuada de la habitación. Abrir las ventanas durante el día para que ingrese aire fresco es fundamental.
También es importante mantener la limpieza de la habitación. Para ello hay que aspirar las superficies, lavar la ropa de la cama una vez por semana y tener mucho cuidado con las alfombras. Por más que se limpien, las alfombras acumulan suciedad, ácaros y absorben la humedad del ambiente.
Otra alternativa bastante típica es la de rotar el colchón. De esta manera no solo se prolonga su vida útil, sino que además ayuda a distribuir el peso corporal de manera más equitativa, evitando así que se formen hendiduras que podrían atrapar la humedad.
También este tiene que ser un factor tenido en cuenta a la hora de comprar un colchón. Si no cuentan con una buena transpiración también puede aparecer humedad, ya que los colchones de baja calidad o aquellos fabricados con materiales que no permiten una buena transpiración pueden terminar reteniéndola. Esto crea un ambiente propicio para la proliferación de moho y ácaros.