Los tomates son uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo, ya sea en ensaladas, tartas o salsas. No solo es un fruto que aporta sabor a las comidas, sino que también tiene una gran cantidad de nutrientes y minerales.

Pese a la creencia popular, los tomates son frutas desde el punto de vista botánico. No obstante, culinariamente se consideran verduras.

Comprar grandes cantidades de tomaste para no ir tantas veces a la verdulería puede llevar a que se echen a perder si no se consumen en un período corto. Sin embargo, hay métodos para conservarlos por más tiempo.

Los tomates en buen estado se caracterizan por tener una gran cantidad de jugo en su interior, por lo que si se encuentran firmes y jugosos será indicio de que están en perfectas condiciones.

Por el contrario, si tiene un aspecto rugoso y está blando significará que perdió la humedad en su interior y no está apto para consumir.

Para que los tomates se conserven por más tiempo se debe ubicar el fruto con la raíz del tallo hacia abajo, es decir, tocando la base del recipiente donde estén guardados. A su vez, se recomienda que el lugar de almacenamiento sea en la heladera, en el cajón que tiene específicamente destinado a las frutas y verduras, y si no en un espacio seco y oscuro, como la alacena.

De esta manera, los tomates no perderán la humedad de su interior.

El consumo de tomates tienen numerosas ventajas, de acuerdo con un artículo publicado por la Universidad de Talca de Chile.

• Reduce el colesterol y protege el corazón
• Fuente de vitaminas y minerales
• Mejora la visión
• Mantiene el intestino sano
• Reduce la hipertensión
• Alivia la diabetes
• Contribuye a tener una piel sana

Este alimento se destaca por tener múltiples vitaminas y minerales, como vitamina A , C y K; potasio; folato; calcio; fósforo; hierro, entre otros.

De acuerdo con la revista Good Food de la BBC, gran parte del contenido de carotenoides está en la piel del tomate, por lo que es recomendable no pelarlo para obtener el máximo beneficio.