Es la máxima aspiración de todas las personas: ser felices. Porque la felicidad llega cuando todos los parámetros son justamente valorados. La salud, el amor, el dinero, el desarrollo personal; cuando contamos con todo esto tocamos el cielo con las manos. Y cuando uno de ellos falla, ya nos sentimos infelices. La felicidad es ese equilibrio que nos permite una buena calidad de vida.
Es interesante el concepto de “zonas azules”, aquellos lugares del planeta donde la gente no solo vive más, sino que vive mejor. ¿Sabías que la felicidad se mide y se realizan informes mundiales al respecto? En el sitio Blue Zones podemos ver los resultados del Informe Mundial sobre la Felicidad 2024, avalado por las Naciones Unidas, que evalúa a 1.000 personas de cada país y señala dónde vive la gente que dice ser feliz.
En 2024 el ranking lo lidera Finlandia. Pero durante muchos años fue Japón el país más destacado por su filosofía de vida para alcanzar la longevidad y el bienestar. Hoy ocupa un lugar menos consagrado justamente por haber abandonado aquellos hábitos que lo habían posicionado en los primeros puestos.
Pero sin duda la filosofía japonesa tradicional es una brújula para orientar a la gente en el camino a la felicidad.
La felicidad según la cultura japonesa
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Chile) revisa el ikigai japonés. ¿Qué es eso? Es la receta que abre el camino a una vida larga y feliz, para darle un sentido a la vida y emoción existencial a los actos cotidianos. El ikigai nos propone la búsqueda de aquello que nos hace felices, pensar qué queremos hacer y cómo podemos ayudar a los demás para arribar a un mundo mejor.
La pasión, la vocación, la misión y la profesión, pilares de la felicidad según el ikigai. Foto: Shutterstock.El ikigai tiene un símbolo que consiste en la intersección de 4 conjuntos que representan los pilares de la felicidad: la pasión (lo que amas), la vocación (aquello en lo que eres bueno), la misión (lo que puedo ofrecer al mundo) y la profesión (la actividad que te ayuda a vivir).
El ikigai, en el centro de la confluencia de los círculos, es lo que da bienestar emocional, aumenta la autoestima, nos ayuda a elegir en qué formarnos y aprender, y la alegría, que es el motor de nuestras vidas.
Las tres reglas para ser felices
El sitio Telva resumió en 3 principios aquello que debemos privilegiar y cómo comportarnos cuando nuestro objetivo es alcanzar la felicidad.
El contacto con la naturaleza para mejorar la salud física y mental, una de las claves para la felicidad. Foto: Clarín.1) Practicar cada día el Shinrin-Yoku. Se trata de darnos un “baño de bosque”, caminar en contacto con la naturaleza para despertar los sentidos y estimular el sistema inmunológico para levantar el estado de ánimo y mejorar la salud física y mental. El Shinrin-Yoku es considerado un arte y el mayor experto japonés es el médico inmunólogo Quing Li. Este gurú recomienda a los habitantes urbanos recorrer parques y jardines, mirando, escuchando, libre de preocupaciones y sin celular en mano.
2) Observar tu propio ikigai, el núcleo de la felicidad. Encontrar una razón, un propósito para nuestra existencia puede llevar toda una vida. Pero en esa ruta introspectiva hay que buscar el equilibrio entre vocación, pasión, misión y profesión para encontrar la alegría que nos dé el bienestar general.
3) Tener presente el omotenashi. Lo que uno tiene para ofrecer al otro, el cuidado y la amabilidad, también nos hace felices. La hospitalidad es respeto y educación, el culto a las formas, evitar conflictos y perseguir el bien común antes que el individual. La compasión al enemigo era una virtud de los samuráis. La gentileza genera endorfinas y reduce el estrés.
