Seis personas fueron encontradas muertas dentro de la habitación de en un hotel de lujo de Bangkok, capital de Tailandia. La intriga creció exponencialmente porque en las tazas y copas utilizadas por las víctimas hallaron restos de cianuro.
Las personas que murieron fueron vistas con vida por última vez cuando se entregó comida en la habitación el lunes por la tarde. Según indicó Trairon Piwpan, el jefe de la Policía Forense tailandesa, los registros no mostraba que hubiera más visitantes en ese cuarto del Grand Hyatt Erawan Hotel.
Los muertos eran dos vietnamitas estadounidenses y cuatro vietnamitas, indicó el teniente general de la policía local Thiti Sangsawang. Eran tres hombres y tres mujeres.
Una séptima persona viajó con las víctimas -era la hermana menor de una de ellas-, pero los investigadores afirman que abandonó el país el pasado 10 de julio.
Los investigadores sospechan que el móvil del crimen múltiple podría estar relacionado con dinero invertido por un matrimonio, que sentía que no se estaba utilizando adecuadamente, dijo Noppasin Punsawat, número dos de la policía de Bangkok, que citó información obtenida de familiares de las víctimas.
En ese sentido, deslizaron que una de las personas muertas envenenó al resto con cianuro y luego se suicidó con el veneno.
Trairong dijo que era improbable que se tratara de un suicidio múltiple porque algunas de las víctimas habían hecho muchos preparativos para su viaje, como guías y conductores.
Añadió que los cuerpos no estaban agrupados en el mismo lugar y que algunos se encontraban en el dormitorio y otros en la salita, lo que sugería que no habían consumido veneno de forma deliberada para esperar a morir juntos. Los resultados preliminares de la autopsia se esperan para el jueves.
El primer ministro de Tailandia, Srettha Thavisin, anunció hoy que el FBI de EEUU participará en la investigación del suceso al haber dos víctimas estadounidenses.
Cuando se le preguntó si la noticia afectaría a una conferencia con el ministro ruso de Energía programada en el hotel el miércoles, Srettha dijo que era improbable. “Esto no fue un acto de terrorismo o una brecha de seguridad, todo va bien”. El caso parecía personal y no afectaría a la seguridad de los turistas, añadió.
El hotel Grand Hyatt Erawan, de cinco estrellas y con más de 300 habitaciones, se encuentra en una popular intersección de Bangkok junto al famoso altar de Erawan y de centros comerciales como Central World.
Con información de EFE y AP.