La alimentación saludable es una manera importante de disminuir el riesgo de padecer enfermedades del corazón, la primera causa de muerte en muchos países. Por tal motivo es fundamental estar atentos a los nutrientes que la comida brinda a nuestras salud en este aspecto.

“Hay muchos tipos diferentes de enfermedades del corazón. Las que se nace con ellas se conocen como cardiopatías congénitas. Otros tipos se desarrollan durante su vida”, explican desde MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Además especifican que la enfermedad de las arterias coronarias es el tipo más común. Ocurre lentamente cuando una sustancia llamada placa se acumula en estas vías que suministran sangre al músculo cardíaco.

De este modos, la placa estrecha o bloquea el flujo de sangre y puede provocar otros problemas cardíacos:

• Angina. Dolor en el pecho por falta de flujo sanguíneo

• Ataque cardíaco. Cuando parte del músculo cardíaco muere debido a la pérdida de flujo sanguíneo

• Insuficiencia cardíaca. Cuando su corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades de su cuerpo

• Arritmia. Problema con la frecuencia o el ritmo de los latidos del corazón

Otros tipos de enfermedades pueden afectar las válvulas o el músculo cardíaco y se conoce como miocardiopatía.

Las causas de las enfermedades del corazón dependen de muchos factores, entre ellos los antecedentes genéticos, edad y sexo. Pero no solo eso.

“Actividad física y hábitos saludables deben acompañar una elección adecuada de los alimentos que vamos a sumar a nuestra dieta diaria”, definen desde el sitio Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

De todos modos, resulta vital consultar a un médico cardiólogo o nutricionista antes de tomar una decisión vinculada a la alimentación y la salud, para que brinde un diagnóstico profesional y pasos a seguir.

Más allá de que comer determinados productos puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca, cambiar costumbres alimenticias suele ser difícil.

Pero, bueno, si se quiere transitar el camino de la dieta saludable para el corazón, desde el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. recomiendan los siguientes alimentos:

Frutas y vegetales. Expertos hablan de que la mitad del plato debe contener frutas y verduras. Además puede ayudar a reducir la ingesta de alimentos calóricos, como carnes, queso y colaciones.

Cereales integrales. Dentro de la amplia variedad, los recomendados deberían ser cereales integrales. Son buenas fuentes de fibra y otros nutrientes que cumplen un papel en la regulación de la presión arterial y la salud del corazón. Entre ellos, por ejemplo, aparecen los siguientes:

• Alforfón o trigo sarraceno

Productos bajos o nulos en grasas. Incluyen leche, bebidas de soja fortificadas con calcio, queso, yogur y otros productos lácteos. Son importantes para reducir el nivel de colesterol en sangre y disminuir tu riesgo de enfermedad de las arterias coronarias, para evitar la llamada ateroesclerosis, que puede aumentar el riesgo de un ataque cardíaco y un accidente cerebrovascular.

Mariscos, aves sin piel, carnes magras, frijoles, huevos y frutos secos sin sal.

Es sabido que consumir demasiada sal puede causar presión arterial alta, un factor de riesgo para enfermedades cardíacas.

Limitar el consumo de sodio es una parte importante de una dieta saludable para el corazón. En ese sentido, la Asociación Americana del Corazón recomienda:

• Adultos sanos consumir hasta 2300 miligramos (mg) de sodio por día (equivale a una cucharadita de sal)

• Lo ideal es que la mayoría consuma hasta 1500 mg de sodio por día

Planificar con anticipación ayuda a no caer en tentaciones, ya sea por gusto o por necesidad. Hay que crear menús diarios usando los mejores alimentos para cada comida.

A su vez, advierten también los expertos, elegir fuentes de proteína magras y grasas saludables y limita los alimentos salados.

Controlar el tamaño de las porciones es otro aspecto no meno importante. Sobrecargar el plato, servir otra porción o comer hasta sentirte lleno puede hacer incorporar de más. Incluso las porciones que se sirven en los restaurantes suelen ser más abundantes de lo que uno necesita.

Algunas simples claves para apuntar son estas:

• Usar un plato pequeño para controlar las porciones

• Consumir más alimentos bajos en calorías y ricos en nutrientes

• Bajar las cantidades de alimentos calóricos y con sodio, como comida rápida, procesada o refinada.