La granada es una de las frutas de la temporada otoñal que contiene muchos beneficios para la salud. Posee una textura rugosa en el exterior que guarda una parte carnosa, compuesta de pequeñas semillas de color rojizo o pepitas, la que sería su parte comestible.

Esta fruta, conocida también como granado o pomegranate, es reconocida por su cáscara gruesa y dura, la cual puede ser reutilizada.

Además, la granada es conocida porque es rica en antioxidantes, vitamina C, potasio y fibra, y puede ser utilizada en una variedad de platos y bebidas, desde ensaladas y postres hasta jugos y salsas.

Para aprovechar las ventajas de la cáscara de granada, se puede preparar una infusión y beberla varias veces al día, o emplearla para hacer gárgaras y enjuagues bucales, según explica el sitio español Tua Saúde.

“El té de granada es rico en polifenoles, flavonoides, alcaloides y triterpenos, que son sustancias con acción antioxidante, antiinflamatoria y diurética”, añaden.

Según estudios publicados por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la granada posee propiedades que ayudan a prevenir enfermedades del corazón y la aparición de cáncer, a retrasar el envejecimiento prematuro, a mejorar la memoria y a fortalecer el sistema inmunológico.

También se puede usar para tratar infecciones, inflamaciones de la garganta y problemas de gingivitis.

• Al ser rica en taninos, favorece la absorción de agua y combate problemas intestinales como el dolor estomacal o la diarrea.
• Favorece la salud del corazón, ya que purifica la sangre y aumenta el flujo sanguíneo. Además, ayuda a mantener el colesterol.
• Mejora el aspecto de la piel gracias a su alto poder antioxidante y las vitaminas del grupo B que aporta.
• Un vaso de jugo de granada natural estimula el sistema inmunitario y los probióticos del organismo.
• Es perfecta para combatir los problemas de memoria al tiempo que estimula el aprendizaje. Favorece una buena salud neurológica.