Cuando se habla de los continentes que hay en el mundo, se suele asegurar que son cinco: América, África, Europa, Asia y Oceanía. Sin embargo, otras versiones hablan de seis, siete y hasta varios más.

En este marco de discrepancia por la cantidad, hace un tiempo se sumó un nuevo continente que ahora, finalmente, pudo ser mapeado y se deja ver como nunca antes. Pocos hablan de la historia del continente “perdido” que se descubrió en 1642.

En 2017, la ciencia oficializó el hallazgo increíble de que existía un nuevo continente. Aunque los indicios estaban desde hacía varias décadas, a Zealandia se lo comenzó a llamar el octavo continente en ese momento.

Abel Tasman, un marino, explorador y comerciante neerlandés, famoso por los viajes realizados entre 1642 y 1644, fue el primero en tener la convicción de que en el sur del planeta se escondía un continente. Es por esto que antes de morir se propuso encontrarlo.

El marinero estaba convencido de que sería el primer hombre en llegar hasta allí. Fue desde Yakarta, en Indonesia, y alcanzó la Isla Sur de Nueva Zelanda, pero a pocos días de llegar la embarcación fue atacada por un grupo de maoríes.

En 2017 se confirmó que la suposición del marinero era correcta y que existía otro continente. Los geólogos que lo descubrieron aseguraron que llegó a medir 5 millones de kilómetros cuadrados.

Se encuentra 94 % por debajo del agua y sólo unas cuantas islas emergen al exterior. Por esta razón, nunca antes se había tomado en cuenta como otra masa continental.

Según el articulo publicado en la Sociedad Geológica de América, “la identificación de Zealandia como un continente geológico, en lugar de una colección de islas continentales, fragmentos y rebanadas, representa de manera más correcta la geología de esta parte de la Tierra”.

Zealandia ya no es un misterio pero aún hay muchas preguntas sin resolver. Su origen, naturaleza sumergida, constitución física y extensión total siguen escondidas bajo el agua.